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sábado, 16 de abril de 2016

ZONAS RURALES Y LGTBIQ

Zonas rurales, zonas donde la incertidumbre aprieta cuando hablamos deLGT BIQ. Son ámbito donde la población es menor y a veces distanciada de las grandes urbes incluso aisladas. No es fácil para un ser tomar posición de su orientación, de su forma de nacer. Si ya en las ciudades a veces se hace complicado imaginamos que en lugares rurales es más aún. Sería como especie de lucha entre la cultura y las ideologías que ahí se presenta. Entendemos que la precariedad de abrirse a nuevas formas de pensamiento o manifestaciones va en contra a lo que han cultivado en sus vidas. Las personas allí presente que goce de alguna condición tanto lésbica, homosexual, etc…les será más difícil abrirse que en un medio donde la población es bastante amplia y hay más diversidad. Será como una ocultación, unos límites por salvaguardar su orientación sexual. Siempre el qué dirán. Un qué dirán perjudicial para la persona con estas orientaciones, con esta disposición de su vida. Guardar las apariencias, ocultarse que en muchos de los casos puede crear un conflicto interior de esa persona. Conflictos que afectarán a la rutina diaria según el caso. A veces puede caer en enfermedad o los pueden caracterizar de enfermos dependiendo del ambiente en que este viviendo. Un sufrimiento de la identidad, del ser tal como se es. Aparte de todo esto debemos dirigirnos fielmente a la mujer. Sí, esa mujer que siempre ha sido mal trajeada por una sociedad machista en la incluimos la religión. Para ellas será más dificultoso como diríamos vulgarmente salir del armario. Una mujer de muy poco valor, de muy poca estima, de muy pocos medios para ser cara a la sociedad.  Ahora vayamos a otro punto existen zonas rurales abandonadas donde los LGTBIQ pueden hacer su vida normal sin estar subordinados por los prejuicios sociales. Esto puede ser una ventaja y una desventaja ¿por qué huir? No hay razón, se debe normalizar la sociedad y educarla para el no desecho de cualquier orientación sexual. Sí, es una lucha. Una lucha continua que nos enriquecerá a medida del paso de las épocas. Hay que aceptarlo, no es una moda, existen personas, muchas personas con diferentes inclinaciones a nivel personal y como tal el respeto. 

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