Estamos
rodeados de una cierta marea que baja y sube. Desde el punto de vista de la
escritura y cualquier arte puede ser barrotes en el paso que damos o una
pasarela que nos lleva a otras visiones. Tenemos herencias africanas, americanas,
europea y un sin fin de alianzas que llegan a nuestros puertos lo que permite
enriquecernos, ascender a ese pedestal y mirar el mundo que nos acoge de manera
distinta, pienso. Somos mestizajes de diversas culturas que nos cultiva con el
paso del tiempo. No somos simples pedazos de tierra en medio del atlántico. Yo
diría más bien observadores de todo lo que cursa más allá de las islas. Somos
pequeñitos, encogidos en el sentido del cosmos que se rinde a nuestra mirada
cuando vaga la noche. Hay artistas o como quiera se llame melancólicos que han
surgido a lo largo de los siglos, otros, enaltecidos por el oleaje rompiente en
sus ojos transparentes. Después están los que sí, que no. Al fin al cabo islas
inmersas en rostros extranjeros, de cualquier procedencia, que nos embellece,
que nos consolida como eco de nuestro silencio expresado en cualquieras de las
facetas artísticas. Miramos al universo como centro de nuestra atención,
tranquilo, pausado. Eso es así, a lo mejor si concurrimos en la península hay
pueblos más aislados de lo que nosotros pensamos. Nosotros como diversidad de
la cultura inclusiva nos manejamos bien aquí en el inagotable océano.
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lunes, 26 de noviembre de 2018
sábado, 10 de noviembre de 2018
POESIA
…en vertical
No horizontal
Esperando el aliento del viento…
Estaba acuarelando mientras mi
razón circulaba por la poesía ¿El por qué la poesía es necesaria para muchos o
pocos de nosotros? Ya sea leída o escrita. Vagar en lo más recóndito de las
entrañas donde el yo se ausenta de uno mismo descuidando las palabras que
surgen en ella. Palabras verdaderas ante el curso de los días, de los años, de
lo venidero. Es como un pequeño instante que un suspiro fugaz incrusta la
realidad del momento. No es que estemos buscando o sí. No es que hayamos
encontrado o no. Solamente es despliegue de emociones que produce cierto encanto
por un tiempo efímero o no. La poesía por necesidad no debe de ser sensiblerías
frágiles con que anotamos a lo que escriben, a los que leen. Puede también ser
una lucha, una lucha de fuerza que nos lleva por sendas atrapadas en arboledas
del pensamiento instantáneo ya sea de un sueño o una realidad. Sus tipos lo
componen diversos factores tanto sociales como interiores. El hecho es que está ahí, con nosotros
durante siglos y todavía no ha cesado. Puede ser a veces vital – en momentos históricos
que estemos viviendo- o pasajera. Su infinitud alegra muchos corazones sobre
todo las –os que nos inspiramos a medida que pisamos. Se podría catalogar como
un modo de pensamiento en sus variaciones sobre los temas que la consolida. Ya
cada uno buscará su luz o su sombra, esa que le de alas para ser corriente que
mana por sus venas. Yo el lugar que resido es una isla, una isla pequeña pero
que danza de puente a puente hacia otras orillas por ello, la poesía puede ser
un medio inocuo de llegar a otros lares donde no habitamos y no habitaremos o,
tal vez, estemos habitando. Habitando la respiración contenida de alguna
existencia. Por ello, hagamos a ser poesía, a decir cualquier cosa sea estúpida
o no para unos u otros.
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