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viernes, 26 de agosto de 2016

Iba tranquila...

“Iba tranquila. Así simplemente con sus huellas llevadas por el pequeño oleaje.”

Burkini si, burkini no. Y a ustedes señores, señoras que han nacido bajo el lenguaje de otra cultura que les importa. Hay que comprender que las raíces vienen de lejos, muy lejos. ..No es que ahora esté de moda, es una forma de sentirse. Y si yo quiero voy con mi burkini a la playa. Sí , a la playa a sosegarme con el ronroneo de las olas. Vaya usted a las canteras, alguno encontrará. No muchos pero alguno. A mí no me da mala impresión y no hay que zanjar esto por la vía corta. Son años, muchos años que una cultura se aparejado a ello. Por esta circunstancia hay que exigir un respeto, ya las cosas irán cambiando pero a su debido tiempo. Somos libres, somos aves apresadas por el espíritu cultivado desde antaño. Me tropecé con ella. Ahí, en la orilla. Se notaba cierta felicidad, cierta aceptación a sus costumbres. La miras y miras. Te choca, un estallido en el pensamiento te hace recapacitar. Solo su rostro, solo. Nosotros, aquí tenemos que ir escalando, no escándalo por lo que podamos ver sino escalando con la aceptación. Tendremos que ser olvido de los axiomas de marcan nuestra vivir y descubrir de aquellas otras. Todo con respeto y aceptación  seremos beso a esas mujeres que no lucen su piel ante la mirada del océano y nuestra estrella rey, el sol. 

jueves, 25 de agosto de 2016

Vio cierto objeto extraño...

Vio cierto objeto extraño, cierto halo de luz que se le aproximaba. Estático lo observo y se dio cuenta que en el infinito de los mundos somos lejanía cercada por lo imposible


Somos únicos. Sí, solamente una diminuta chispa en medio de un universo infinito. No, no somos nada solo polvo de estrellas, de estrellas que han evolucionado hasta su estallido y de sus restos una evolución a lo que somos hoy, eso creo yo. Pero podría ser que en este gigantesco cosmos existan planetas que igual que la tierra exista la vida. Sí, la vida ….y que. No me importa en lo absoluto mientras en esta esfera siga derramándose llantos de sangre, llantos de hambre, llantos de desequilibrio. Queremos ir más allá de nuestros límites, para qué. Grotesca cantidad desviada en saber si hay otros seres pero aquí nada, aquí que todo se vaya pudriendo. No es que me parezca mal. A lo mejor somos herederos de ellos, recuerden los imperios gigantescos y enormes del ayer incluido sus avances. Pero ahora que todo es relativo y no es que no crea. Todo puede ser, todo puede avanzar pero con la conclusión de un mundo, el nuestro, más armonioso, con la verticalidad de banderas blancas subsanando cada error cometido época tras época. No hay que buscar fuera sino dentro, muy adentro. 

martes, 2 de agosto de 2016

Prisa y más prisa...

El hambre ronda, es como un asteroide que penetra en la tierra y nos desintegra. Desde aquí, desde este rincón de tierra batida miro a mis hijos. Miro ese mundo que se cuece ante ellos.  Quisiera que no fuera una esfera real lo que nos rodea. Pero sí, es una esfera letal. Sabemos que más allá de estas fronteras esto no ocurre.  ¿Por qué nuestro Dios nos castiga con esto ?, me pregunto.(Alas de mariposas)


 Prisas y más prisas, siempre estamos con un movimiento que se asemeja a yeguas galopantes en la oscuridad de nuestra mirada, de nuestros oídos. Mi corazón fugaz se mezcla con las calamidades de una cara sucia, de unas manos sucias, de unos pies desnudos que avanzan entre arboledas secas, entre la penuria del cuerpo que los vio nacer. No sé por dónde andamos y no nos damos cuenta de la necesidad de un mundo más equilibrado, más igual para todos. Existe un derroche descomunal entre muy pocos y un vientre abultado donde las moscas carcomen el sentido de la vida para muchos. Ahora medito, aquí, entre la música que retumba en mis entrañas, me hace sumergirme en esas atmósferas ajenas a nuestro conocimiento, a esas tierras donde la sed ahoga, donde el hambre clava alfileres en sus andanzas. Y sin embargo, siguen danzando al son de los tambores de la luna, de las estrellas. Un llanto. Sí, un llanto que se propaga peligrosamente ante nuestra postura frente el clima que nos encierra, nos aprieta para distanciarnos de esa realidad: pueblos donde el sonido del terror es cotidiano e imperecedero. Quiero ver una rosa, si, una rosa blanca y amarilla que se engendre donde la injusticia parece eterna. Me atraganto, una tos se expande entre estas paredes mientras mi pensamiento discurre en un grito sordo para esta humanidad que decrece, que se extermina en el imperio de los abusos, de la esclavitud del siglo XXI. Me detengo, hay que ser positivo, alargar un túnel donde al final una luz azul nos advierta, nos abra a los conocimientos para paliar todo este descalabro.  Quisiera no más llantos, no más desgracia. Niña infeliz soy podrán decir…qué más da. Eclosionemos nuestras mentes y desviemos ese mal que afecta a este globo en una solución, en un auxilio.