En el hospital.
Todo resplandece cuando nuestras
manos, las manos de esta tierra, son
raíces de la vida, de la esperanza.
En estos últimos meses he estado trabajando en un hospital con atención directa al enfermo. Escribo esto por el proceso que lleva a cabo esta pandemia. He llevado muchos enfermos. He tocado aquellos que para otros es la peste. Humanos, como cualquier dolencia que necesita ser atentido por el sistema de salud. Mi gorro, mis calzas, mi doble guante, mi epi, mis gafas. Después entramos a la zona sucia( espacio en la que están ingresados por covi). Los miro, los observo y compruebo que la mayoría son gente de avanzada edad pero también destacar gente más joven. Son las dos de las mañana, con urgencia me llaman de la planta vecina. El celador no ha llegado. Con la rapidez de la tensión me equipo, y voy por el pasillo con velocidad. Alrededor de dicha persona, joven, hay enfermeros, auxliares y médico. Hay que subirlo a la velocidad de la luz a la uci. Las balas de oxigeno de esta planta de covi está gastada, pensamos que no llegaremos. Corro y corro de nuevo a mi planta por esos pasillos donde el ambiente está enfermo, cojo la bala de oxigeno y vuelvo con la presura de los ansiedad. La ansiedad de que le llegue el aire de la existencia. Se la instalamos y con la presura de la atmosfera que nos asfixia yo, un enfermo y el médico lo llevamos por el serpenteante pasillo del hospital a la uci. Llegamos, todo es acelerado, hay que rescatarlo como ultimo intento. Alguien me pide unas tijeras y yo busco y busco. Detrás del cristal de la umi , todos los sanitarios( sin epic) miran nuestros movimientos, sorprendidos, nerviosos, ansiosos. Y de vuelta a la planta mi compañera que es enfermera me dice siéntate y bebe agua. El sudor nos amarra, el miedo a su muerte es la nada. No sabemos, no queremos saber. Después sonrío con otra paciente, le he puesto el chato(porqué no, aunque no es mi función) y ella simpática solo dice mira que piernas tan bonitas tengo ¿ a que son bonitas? Sí, he estado donde el virus es agresivo. Muchas personas de las ingresadas tienen patologías previas, otras, no. Solo que hay que mirar cara a cara a esta pandemia. N o tenerle miedo, simplemente, respeto-