Ayer
se fue, si ayer, ahora, mañana se va, con los ojos mirando un sol que embellece
la partida, las ganas de explorar más allá de la humanidad. Se despidió, liarse
con las batallas del día a día y dejarlas presa del olvido en las pisadas de un
otoño, de un invierno. Se marchó, al encuentro de la solidez , de la libertad
siempre amada de la esperanza, de la paz, del resurgir nuevos sueños cuando el
horizonte nos marca estrictamente nuestro propósito. Nos buscamos y nos encontramos
Buscamos y buscamos sin darnos cuentas
que el azul se halla aquí, que ese instante preciso de las emociones se
comprende en valorar todo lo que nos rodea. Y regresamos, aquí, ahora, en un
instante dimito de tiempo que se va acercándonos de manera casi perfecta a la
felicidad. La solidez de la alegría se halla ante nosotros, lo que podemos,
estas islas brindan un pasaje brillante, majestuoso y bien bello. Y lo miramos,
ese cielo, acogiéndonos en lo grato que
es estar aquí, ahora, en el mañana como un pedazo de paz que rastrea
nuestra garganta hasta la levedad de los sentidos. Y por qué está canción de
Jose Luis Perales, creo que representa un cachito de la vida del hoy, una pizca
de sentimientos que dan fruto cuando paseamos por estas calles donde nuestros
pensamientos se abandonan al trajineo cotidiano---lai-la-lai
Ayer se fue
Tomó sus cosas y se puso a navegar
Una camisa, un pantalón vaquero
Y una canción, ¿dónde irá?
¿Dónde irá?
Se despidió
Y decidió batirse en duelo con el mar
Y recorrer el mundo en su velero
Y navegar, nai-na-nai
Navegar
Y se marchó
Y a su barco le llamó "libertad"
Y en el cielo descubrió gaviotas, y pintó
Estelas en el mar
Y se marchó
Y a su barco le llamó "libertad"
Y en el cielo descubrió gaviotas, y pinto
Estelas en el mar
Su corazón
Buscó una forma diferente de vivir
Pero las olas le gritaron, "¡vete
Con los demás", lai-la-lai
Con los demás
Y se durmió
Y la noche le gritó, "¿dónde vas?"
Y en sus sueños dibujó gaviotas
Y pensó, "hoy debo regresar"
Y regresó
Y una voz le preguntó, "¿cómo estás?"
Y al mirarla descubrió unos ojos, lai-la-lai
Azules como el mar