La identidad está en palabra que
impulsamos en cada pensamiento ya sea escrita, hablada o interiorizada. Nos
hallamos en el todo de nuestros sentidos. En este mundo globalizado la
identidad razonada sobre algo como puede ser el mar, la isla puede verse
truncada. Vamos de aquí para allá, de allá para acá donde distintos paisajes
son sombra de nuestros pasos, de nuestra mirada. La cuestión es ser, ser uno
mismo sin el copia y pega que solemos atender por ejemplo en las redes sociales
y después pronunciamos como nuestras. Sí, son nuestra en la observación que no
puedes impregnar tu huella. Eso no es identidad. Nos cueste o no navegamos a lo
superfluo, a lo que se extrae y algunos dicen cursilería. Somos como somos.
Tenemos que agarrarnos yo y surgir como un nuevo nacimiento, eso sí, sin apego
ninguno a esas frases ya dichas tanto escrita, hablada o interiorizada. Distanciarnos
del bla, bla, metafóricamente de lo que demás evolucionan. No es tarea sencilla
el buscarnos y encontramos, estamos contagiados del hecho de la profundidad de
otras identidades que como he dicho anteriormente copiamos y pegamos. Hay que
afinar, aprender, saborear lo que decimos, lo que hacemos de manera continua
mientras sea nuestro interior el que lance las voces. Esto no es una queja es
solo un razonamiento sobre la identidad ¿ Dónde busca los poetas verdaderos la
identidad? Y lo digo por el corta y pega. Será en la identidad de su yo, en eso
que lo merodea, sea el paisaje a groso modo, en la música, en devenir de los
días…Lo que no entiendo es que estos tipo llamado corta y pega tenga tanto éxito,
tanto seguidores. No sé, ni escuchamos, ni leemos, ni interiorizamos. Es como
la moda, me pongo y da igual me guste o no. En cierto grado es molesto, tanto,
que lo tomo a broma de este mundo que nos acoge.
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