No. No soy vegana. Lo seremos en la cuesta de los años, del tiempo. Habrá carnes sintéticas que tengan el mismo sabor del hoy, seremos un mundo distinto donde el sacrificio desorbitado del hoy no existirá. Sí, un homicidio a unos ojos resbaladizos en el temblor, en el miedo, en la pena. Y es que tiene que ser así, por nosotros, por el medio ambiente. Nos alejaremos de los mataderos, de la caza organizada, de los actos criminales que ahora acometemos. No. No soy vegana. Aun muerdo un chuletón, bebo leche. Pero esto no interesa a manera de ver el futuro , un futuro sostenible donde nuestro planeta, nuestro planeta tierra se embellezca con la tranquilidad y no el desorden, el desequilibrio existente hoy en hoy. Admiro a estos que van por delante de mí, a esas personas ante las dificultades más incoherentes se echan a la calle en el amor al reino animal. Y, sin embargo, no soy vegana. La cura del hoy está ahí, en nuestras manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario